lunes, 13 de abril de 2015

Encuentros místicos en lugares mágicos.

Cinco meses de viaje, infinidad de rostros,  de miradas cómplices,  de atardeceres y amaneceres especiales, de despertares de conciencia y aprendizajes tan efímeros como el pensamiento. Una mochila que
salió de viaje llena con un montón de artefactos innecesarios y que con el paso de los días  se va haciendo cada vez más ligera recordándote  el sinsentido  de lo material. Una mochila que se hace y se deshace,  se llena y se vacía,  se acomoda y desacomoda y que si hay oportunidad se lava dejándote todo con olor a mamá. 

El cansancio del cuerpo desvaneciéndose en cada encuentro con cada nuevo y mágico lugar. La rutina es similar pero en realidad nunca sabes que te espera, la misma cantidad de plata te puede dar un hotel de lujo o una habitación  con olor a humedad y ducha de agua helada. De a poco se te van cayendo las máscaras, te das cuenta que no tiene sentido seguir siendo un personaje y entonces sucede algo maravilloso: Te reinventas. Pero esta vez vas más allá, esta vez dejas que tu alma te susurre con cariño quién eres realmente. Aprendes a contemplar; uno no se da cuenta de la maravilla que es estar en silencio, callar la mente conectándote  con el ahora, con la pacha  mama, con la energía del amor, con Dios, contigo mismo.

Encuentros fugaces que duran una eternidad. Sabores nuevos que acompañan por siempre mi caminar. Una ola de prejuicios que te arrastra hasta la orilla limpiando cada parte de ti. Preguntas sin respuesta y presente,  mucho presente.

La hoja de coca no es una droga,  el mochilero no busca fugarse de su realidad; la crea, la amolda, construye con delicadeza un nuevo destino en donde sólo cabe su libertad, su amor total a todo y en donde todo se vuelve parte de uno.

Dicen que viajar es encontrarse; encontrarse significa perderse, alejarse de uno mismo por completo para reencontrarse de nuevo en el reflejo del otro. Viajar es un juego en donde aprendes a usar todas tus herramientas, en donde avanzas y te detienes, en donde te conviertes en artesano de vida. Es volver a casa, volver a ti, respirar el momento y depositar la energía en lo realmente importante: El ahora.

Los sueños cambian el destino de la gente, este sueño nos está transformando completamente. Por primera vez dejé  que la vida me poseyera  por completo, que haga conmigo lo que deba y el resultado ha sido maravilloso. No saber qué  va a pasar en el minuto siguiente te quita el miedo porque por mas que la incertidumbre  esté  siempre presente te das cuenta que cuando uno sigue su corazón no hay poder humano que haga que las cosas salgan mal y que dejar de suponer o esperar te aligera el caminar.

Mochila al hombro, moverse constantemente, encontrar la manera de hacer plata sin caer en el juego de Babilonia, tener todo el día  para sumergirte en mil realidades diferentes a la tuya; Miradas especiales, acentos únicos, costumbres ajenas donde aprendes que: "Donde fueres haz lo que vieres". Los ojos maravillados y el espíritu agradecido. Amistades que van más allá de las fronteras, reencuentros con hermanos de muchas vidas que te reflejan paz y te recuerdan que hay muchos locos dispuestos a cambiar el rumbo, a vivir la vida, a amarla por completo porque primera vez te vuelves dueño de ella, sin miedos, sin juicios, sin ataduras, solamente con la luz de la creación en tus manos y en tus pasos.

Despiertas; Ay, ese despertar. Tan profundo y tan simple en el cual miras atrás y te das cuenta que vivimos en un mundo donde te piden tener la capacidad de una hormiga para encajar en el camino que eligieron para ti. Y existen mil y un debates mentales, monólogos que te hacen comprender que la vida hay que crearla como uno quiera, que no hay sueños imposibles y que somos responsables de nosotros y tenemos la obligación de ser felices. Y ¿cómo  se obtiene esta felicidad? Siendo lo que eres y haciendo lo que amas. Desnudándose por completo del personaje impuesto, manteniendo la mente de tu lado y el ego bien calmado. Creyendo en tu capacidad de crear pero sin olvidar que entre todos debemos co-crear y así sumergir a nuestro sistema en un utópico y posible despertar, y no se trata de creerse un Dios que tiene la respuesta, uno cambia su entorno con el ejemplo, aceptando el proceso del otro, aceptándose humildemente a sí mismo como maestro y a los demás con maravillosos espejos que nos reflejan nuestro lado más oscuro y más hermoso.
Viajamos para cambiar no de lugar sino de ideas. Viajamos porque el mundo  es hermoso y nuestro tiempo en la tierra indefinido. Viajamos porque creemos que el mundo no es lo que dicen que es. Somos muchos los locos y todos tenemos algo en común: Las ganas de transformarnos y así poder transformar. Viajamos para dejar atrás los miedos, las mismas excusas, los mismos patrones. Viajamos porque un día vimos la frustración en la mirada de quiénes dejaron de intentarlo, en los que no se atrevieron.

Así que de corazón  te digo que hagas un plan y te prepares para destrozarlo. Que te vayas sin "V" de vuelta, que dejes a un lado las expectativas  y aceptes de una vez por todas que las cosas son lo que son y llegan justo como deben ¿Cuál  es el afán  de querer tener todo bajo control? No existe un "Tengo que" ni responsabilidades impuestas, eres dueño de tu destino. Así que prepárate, no tiene que ser con una mochila, pero prepárate para salir de esa diminuta  zona de confort y comenzar un caminar diferente. Aunque debo advertirte que una vez que eliges seguir este camino no hay vuelta atrás  y el aprendizaje es constante, y nada que es maravilloso pero hay que tirar a la basura un montón de cosas que no te sirven y que te alejan un poco más  cielo. Reinventate  y deja que el sin sentido tome sentido y revolucione hasta la última gota de sangre que hay en ti, que la vida te atraviese y comiences a ser el verdadero director de esta increíble  película, la tuya.


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