jueves, 18 de diciembre de 2014

Me fui.

- Tus abuelos están de luto. 
- ¿Por qué? ¿Qué pasó?
- Nada, hija. Que te vas. 
- ¿Y por eso están de luto?
- Y bueno, qué te digo. Ya sabes cómo son. Creen que no debes dejar todo lo que has logrado. 

Vengo de una familia bastante tradicional; Cuando tenía veinti pocos años mi abuela habló conmigo y me dijo: "Nena, tienes que empezar a cuidar tu imagen. Cuando estés con un hombre trata de limitarte a responder lo que él quiere que respondas, finge que él tiene el control y tu lo tendrás. Deja el cigarro, empieza a vestirte como una dama. Tienen que ver que eres una niña bien. Así se conquista a un hombre, además lo mismo da enamorarse de un rico que de un pobre, así que enamórate de un rico". Después cuando cumplí veinticinco años mi abuelo me dijo: "El toro de cinco y la mujer de veinticinco. Estás en tu mejor edad, recuerda que el tren no pasa dos veces". 
Consejos por aquí, consejos por allá para ser una verdadera dama, una mujer a la cual pudieran elegir para casarse. El tema es que nunca fui eso, ni lo seré, y creo que pese a mi rebeldía de siempre hasta ahora lo tengo más claro que nunca, y no es que no lo haya intentado, juro que trate. Trate de vestirme y de pensar como una dama, pero lo único que logré fue sentirme incómoda en mi piel. Así que decidí ser guerrera. 
Mi mamá decía: "A la hora de comer el culo va para atrás y la espalda recta. La cuchara se acerca a ti, no tú a ella. Si hay muchos cubiertos empieza por los que estén más cerca de ti. La servilleta va en las piernas. No hables con la boca llena. Si terminas de comer pregunta si te puedes retirar. Así no, así sí. Esto no, esto sí". Ahora que recuerdo esto me doy cuenta que era una imagen; Mis padres me educaron como una "señorita de sociedad" para poder pasar desapercibida en algunos eventos. Sin embargo siempre trataron de que fuera lo más libre posible. Supongo que intentaban protegerme y querían que me uniera a la manada sin dejar de ser yo, ya que ellos mismos sabían lo que es esa libertad. Cuando se casaron, vendieron todo y se fueron a España, y de ahí no pararon de viajar hasta que yo cumplí trece años y aún estando ya establecidos en una sola ciudad seguíamos "escapándonos" cada fin de semana. Yo también empecé a "escaparme" cada vez que podía y comencé a irme por periodos cada vez más largos.  
Así que cuando hablé con mi mamá y le dije: "Me voy a vivir a Buenos Aires". No se sorprendió. Es como que estaba esperando el momento en que yo me diera cuenta que Morelia poco tenía que ver conmigo. Pese a eso, cuando cogí el teléfono hace unas semanas y le dije: "Ma, me voy a viajar. Llego a México por tierra", es normal que casi le de un infarto porque a pesar de que mi educación era una mezcla de "niña bien" con "hippie" y que siempre apoyaron mis sueños locos, esta vez fui un poco más allá de lo que pensaban que podría ir. 
En días hormonales, sensibles o como quieran llamarlo, siento que la loca soy yo. Es como que miras tu al rededor y te das cuenta que quizás esa vida estable es la que debería tener. Quizás debería estar ya con algún novio de muchos años que lo único que quiera es formar una familia, y si no es así, debería de ya tener ese trabajo que tenga que ver con mi carrera ¿Por qué? No sé por qué, creo que en realidad nadie sabe por qué, pero se supone que es lo que se tiene que hacer: Estudiar, casarse, comprar una casa, tener hijos, morir. Pero pasa que no quiero eso por qué siendo honesta: NO SÉ QUÉ CARAJOS QUIERO. Y no, esto no está mal; Simplemente me rehúso a hacer algo por inercia, me rehúso a llevar esa vida porque debo, sin preguntar, nada más siguiendo la corriente. Y es muy loco, porque hay días en que realidad dudo de mi, dudo de mi sentir, y eso sí está mal, porque en esta vida uno tiene la obligación de ser fiel a sí mismo: A sus creencias, a sus ideales, a sus sueños. Por más desubicado que parezca todo, si uno quiere eso que así sea. PUNTO. ¿Qué pasa si no eres fiel a ti? Te amargas, y ¿Qué pasa si te amargas? Amargas a todos, contagias mala onda, y eso no justo. 
¿Para qué hago un texto hablando de mi y de mi rebeldía que quizás a muchos les parezca ridículo, loco, fuera de lugar, desubicado y  muy "forever young"? Bueno, porque creo que cuando uno despierta hay que contagiar lo bonito de sentirse libre. Y ojo, es hablando desde el corazón, cada vez que hago este tipo de textos me gusta aclarar que mi forma de pensar es mía, y que si otros llevan una vida más estable no tiene nada de malo, cada quien sabe cómo ser feliz. El punto es que yo me di cuenta que no soy feliz así. 
"Ay, Maca. Pero no tienes que hacer un viaje tan arriesgado para buscar esa libertad". No es arriesgado y sí lo tengo que hacer, esa es mi manera de volver a mi. Salir de Buenos Aires y llegar a México por tierra con poco dinero sin saber muy bien qué va a pasar en el camino es lo que quiero en este momento. Quiero encontrar ese lugar en el mundo al que pertenezca, aunque acá entre nos me aterra la idea de pensar que quizás nunca lo encuentre y que simplemente deba moverme siempre. Me di cuenta que en Buenos Aires llegué a mi límite, cumplí mis objetivos, y aún así hay algo dentro de mi que no me deja en paz, que me dice: Muévete. 
Muchos me dirán: "El problema es que estás buscando la felicidad a fuera". Y yo responderé que se equivocan, porque estos dos años en la Ciudad de la furia he ido muy adentro de mi, he conocido demonios que no sabía que existían, he aceptado partes que no me gustaban. Estos dos años hice una maestría en mi, y aún así quiero sentir esa paz que todos dicen que transmito.  
En fin, siento que la vida se me va, siento que es momento de volar, de reinventarme. Quizás lo logre en la ruta. Quizás no. No sé. El punto es que ahora quiero eso, moverme y sentir que el tiempo no existe, recuperar la capacidad de asombro, volver a mi luz. Comprender a través del silencio; El silencio de lo incierto. El silencio que te da el desprenderte de todo y viajar. Necesito serme fiel, necesito lograr encontrar qué es lo que realmente quiero hacer. Necesito terminar de aceptar miles de realidades de mi misma para así poder dar lo mejor de mi al mundo, y si algún día me caso o lo que sea, poderle dar lo mejor de mi al amor. 
Les dije que estoy loca. Locamente enamorada de la vida. 


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