miércoles, 11 de junio de 2014

Deberías.



Deberías esto.
Deberías aquello.
Deberías pensar esto.
Deberías creer lo otro.
Deberías. Deberías. Deberías.

¿En qué momento los “deberías” de otros pasan a ser tus “deberías”? La gente va por ahí disfrazando los “deberías” que deberían aplicar a su vida, haciéndote creer que esos “deberías”, deberías aplicarlos a  la tuya. Este trabalenguas es muy común en una sociedad como la nuestra. Te sales un poquito del esquema y la gente se preocupa, te juro que se preocupan, y te hablan desde el corazón diciéndote lo que deberías estar haciendo. Ese es el problema principal, muchas veces no tenemos la fuerza para ver hacia adentro y entonces enfocamos esa falta de introspección reflejándonos en lo que otros deberían de hacer. Es común que la gente que te recuerda los “deberías” de tu vida sea gente cercana, entre más cerca están a ti, más armas tienen para decirte lo que ellos, desde su perspectiva, creen que deberías que estar haciendo. Y no tiene nada de malo, a veces se preocupan por ti, pero aún así son tus “deberías”.

Lo triste es que a veces los escuchamos, les hacemos caso y creemos que tienen razón. Lo que nadie nos dijo es que en realidad esos “deberías” no existen. Y si te agarran en un domingo triste, en un día de lluvia, en un momento complicado, o en un día hormonal, te van a hacer dudar. Y eso no es justo, porque se nos olvida que cada uno camina a su ritmo y a su manera. Se nos olvida que todos tuvimos una historia y que esa historia no nos define pero sí construye muchos de nuestros pasos, así que hay que tener respeto por el caminar del otro, porque es suyo.

Te juro que está bien equivocarse, te prometo que no tiene nada de malo no saber por dónde caminar, y sobre todo te firmo que no tienes que seguir el camino que todos siguen. Tus “deberías” los irás descubriendo en el camino y lo más maravilloso es que los descubrirás en el mejor momento para ti, no para otros.

Así que sigue caminando con firmeza, que no te vean dudar. Si tus pasos los das con confianza y sobre todo, si tus pasos los das desde el corazón, no hay nada malo que pueda pasar, sólo aprendizajes. No caigas en viejos paradigmas, y sobre todo, no dudes ni un momento de ti, ni de tus decisiones, porque lo tú elijas es lo correcto.

Así que te digo de todo corazón, que deberías dejar de preocuparte por lo que te dicen los demás, y deberías dejar de pensar en lo que deberías de estar haciendo y comenzar a disfrutar de un camino sin “Deberías”.

Que así sea.

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